Cultura / Curiosidades

¿Quién fue William Wallace?

Fotografía: Turismo Escocia

Corría el año 1305, el caudillo rebelde escocés era ejecutado en la ciudad de Londres. La vida de este valeroso héroe ha sido descrita por varios historiadores, según los datos más exactos nació en 1270 en Renfrewshire. Desde temprana edad mostró una actitud rebelde y de lucha por las causas justas, tal era su impulso que llegó a apuñalar al hijo del gobernador, quien lo habría denigrado por su posición socioeconómica, luego del suceso huyó al bosque donde pasó varios meses.

Fue el principal opositor de la conquista del rey de Inglaterra sobre Escocia, Eduardo I. Es en mayo de 1297 cuando tiene su primer encontronazo contra los ingleses en Lanark, donde asedió y expulsó a un señor feudal inglés, posteriormente viajó al norte donde unió fuerzas con otro rebelde que estaba levantando una resistencia armada en el río Forth. Es en este punto que consigue la primer gran victoria para los escoceses en la batalla de Stirling, levantando el espíritu patriota de sus connacionales y brindando un aire de esperanza.

Luego de varias exitosas escaramuzas contra facciones del ejercito inglés, sufre su primer gran derrota en la batalla de Falkirk en julio de 1298, Wallace se vio obligado a huir y se especula que viajó a Francia y Roma para solicitar ayuda, sin embargo no hay fuentes que lo comprueben en totalidad. En 1304, Wallace estaba en el ocaso de su historia, cada vez se encontraba más orillado y el odio a su figura en Inglaterra hacia que los escoceses temieran ser asociados con él. Es en este año que quedó expresamente fuera de la ley por haberse negado a comparecer ante un congreso celebrado en San Andrés por nobles ingleses y escoceses, el levantamiento rebelde perdía fuerza.

En 1305 varias fuentes indican que Wallace es traicionado por sus propios hombres, quienes lo entregan a las autoridades inglesas; es trasladado inmediatamente a Londres donde es juzgado por alta traición, el acusado alegó que “no podía cometer traición pues nunca juró lealtad”, esto caldeó los ánimos de una sala ya enardecida por su sola presencia. Su ejecución fue bestial y cargada de una brutalidad que es proporcional al malestar que generó en su momento el héroe escoces. En la plaza de Smithfield, el 23 de agosto de 1305; fue arrastrado por los tobillos por un caballero en toda la ciudad, luego colgado más no muerto, la tortura prosiguió con su emasculación, la ablación de sus intestinos (los cuales quemaron delante de él), para finalizar descuartizándolo y decapitándolo.

El salvajismo inglés no se detuvo ahí, sus brazos y piernas fueron enviados a los cuatro puntos cardinales del reino para dejar sobre aviso y disuadir a los posibles rebeldes, su cabeza fue puesta en una pica bajo el puente de Londres como muestra del poderío del Rey, además de servir como mofa. Lejos de infiltrar miedo en los escoces, Wallace se convirtió en un mártir el cual es recordado como un símbolo de libertad y lucha ante la tiranía.



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