Música

J Balvin y Metallica: el triunfo de la estética sobre la sustancia

Fotografía: Caraota Digital

El reggeatonero colombiano ha presentado su polémica versión de “Wherever I may Roam”, canción original de la banda Metallica. Seré breve; es un bodrio.

Debemos comprender que la época musical comercial en la que nos tocó vivir carece de muchísima calidad, porque si bien estos productos están cuidadosamente diseñados y compuestos para agradar a la masas (razón por lo que siempre tienen ritmos pegajosos y letras vacías), se debe hacer un ejercicio de conciencia y reconocer que en tiempos pasados existía más talento y entrega por la música, pero a qué se debe esto. No hay una respuesta absoluta, pero sospecho que la tecnologización de algo tan humano como el arte, (en este caso específico, la música), ha arrancado el corazón de todo aquello en lo que se ven inmiscuidos los nuevos “talentos”.

Cada vez es más raro ver que los músicos “mainstream” hagan algo con una intención o un concepto genuino y con un hondo significado, por lo que se deduce que el fin principal y único es el de vender, una mercantilización que nos ha traído como colación caricaturas por músicos, que son vallas publicitarias y todo gira entorno a mercancías banales. No pretendo venderme como un purista o elitista del género musical rock/metal, sin embargo tengo una opinión, y una que respaldo con años de entrega al estudio y apreciación de la música, por lo que no me dejo influenciar por los quejidos y las frustraciones de algunos rockeros; “¡El reggeaton no es música de verdad!”, “El rock es cultura”, o el clásico y trillado “Es que ustedes no conocen de música”, con un aire pretencioso y snob en la afirmación.

No toma por sorpresa a nadie que los más escandalizados por la mezcla entre un ícono del reggeaton y una banda legendaria del metal, sean los clásicos elitistas metaleros, tal es el barullo que parecen religiosos radicales rasgándose las vestiduras porque alguien tuvo la osadía de hacer un dibujo burlesco de su dios, ¡Sacrilegio! (grande Charlie Hebdo). Por mucho que podamos burlarnos de estos seres dogmáticos y carentes de opinión propia, hay una realidad objetiva… Y es que en este caso, efectivamente la versión de J Balvin resultó bochornosa cuando menos.

Si algo hay que reconocer, es que Balvin no es ningún idiota (aunque se vista como payaso), él sabe perfectamente bien que su mezcla musical puede (y así fue) escandalizar a varios públicos, teniendo un efecto Barbara Streisand que únicamente hará que su música se escuche aún más y la gente esté pendiente de su próxima movida. La sustancia queda relegada a un tercer plano, que suene bien es lo último que interesa, todo gira entorno a la imagen y la ambición de un pequeño grupo de productores y empresarios que conocen bien cómo funciona la industria musical, no en balde están donde están.

Al menos J Balvin reconoce en la propia canción que esto es un descaro, debo admitir que fue una movida bien pensada, chapeau por jugar con la sensibilidad musical de la gente, mal por alimentar a una industria podrida que ha vendido su espíritu al dinero y la idiotez. Por cierto, una última acotación: para los elitistas metaleros y metaleras, por favor, háganse el favor y no vayan a caer en el ridículo absoluto de culpar enteramente al reggeatonero, Metallica también obtuvo su porción del pastel al ceder los derechos de su canción para que la defenestraran de la manera en que lo hicieron, y sí, ya sé que dirán que Metallica hace mucho se vendió y bla, bla, bla, pero por mucho que les arda y joda, esta banda está entre las mayores representantes y embajadoras del Metal.

Finalmente, decirles que la única manera que hay para vencer el mal gusto musical y evitar que estas mezclas ocurran, es no ver el video ni escuchar la canción, no se deben tomar el tiempo insultando o diciendo por qué consideran que es lo peor que le ha ocurrido a la música después de Jimmy Morales tocando la guitarra en un evento público. Recuerden que para esta gente no existe mala publicidad, y aunque yo mismo caiga en la falta, pues tampoco es como que esto marque un punto y a parte en mi vida, me la suda completamente.

Para lo que se sientan lo suficientemente curiosos y rebeldes, les dejo la canción aquí… Buena suerte:



One response to “J Balvin y Metallica: el triunfo de la estética sobre la sustancia”

  1. […] J Balvin y Metallica: el triunfo de la estética sobre la sustancia […]

Leave a Reply